miércoles, febrero 24, 2010

La peur? craignez vous-même

Técnicamente las vacaciones se acabaron. ¿O será que nunca las tuve? Rara reflexión, porque no sali a ninguna parte, no carretie, casi ni vi a mis amigos, no se hizo nada muy familiar exceptuando los cumpleaños de mi madre y mio...

Ojalá que en unos meses más me este riendo de esto, por que haciendo un balance, me quedé debiendo cosas; sin ni siquiera nombrar mi ingratitud por tener esto en el cuello, que me enclaustró en mi casa por miedo a que me pasara de nuevo.

Me da rabia ser tan miedosa para algunas cosas. Recuerdo cuando los problemas se presentaban y lo los pasaba como si no tuviesen comparación conmigo. Algunos encuentran genial esa actitud, hoy me arrepiento un poco. Ahora me faltan fuerzas para enfretnar ciertas cosas, hoy me encuentro teniendo miedo a mi propia sombra. Y qué lata tener miedo a ti mismo, a lo que puedas o no puedas hacer, a moverte un centimetro y verte al borde del abismo. Quizá haga falta una salida, un cambio, ver a algun amigo en particular, hacer lo que sea como para cambiarlo. Quien sabe.

Hoy por hoy, cuando arreglo una gotera, en otra parte del techo se fora otra y más grande. Y no sólo por mis problemas, sino de a mi alrededor. Y tal como hace 10 años atrás soy una mera espectadora de las situación. Quizá siempre fui una espectadora, quizá siempre quie dar valer mis opiniones, pero cuando eres la más chicas entre un grupo de adultos, de entrada tu niñez se acorta a la mitad por que te empujan a madurar más rápido. Cuando ven que en realidad puedes estar destinada a cosas más superiores que a los de tu familia, sientes una responsabilidad tremenda, pero te enseñan a tomartelo a la risa, por que ni siquiera estas en edad para poder entender que tu vida te pertenece y depende sólo se ti. Luego creces y las cosas y los años pasan como hojas de libros; y un día como hoy llegas a pensar cuáles fueron las grandes cosas que pudiste hacer. Logros importantes, claro, pero en el fondo una gran decepción. Si, eso.

Te enseñaron a tenerle miedo al fracaso, pero has fracasado todos los dias en cosas pequeñas. te dieron la libertad para ser quin tú quisieras que fuera, pero todos los dias alguna actitud tuya o de los cercanos te pide a gritos que seas o que vuelvas a ser lo que eras (¿y qué vendría siendo eso?). eres el modelo de hacer las cosas bien, pero todos los días arruinas algo, aunque sea algo pequeño.

¿Hoy a qué le temo? No he hecho casi nada en un mes y medio, ni siquiera llorar. Soy un ente que anda de allá para acá, y lamento decir que odio estar así, pero que me he acostumbrado. ¿Qué pasará después? Me da miedo pensarlo, me da miedo todo. Me da miedo despertarme un día y estar enrutinada de nuevo en cosas que están demorando en cumplirse; me da miedo que no sea capaz de lograrlo, me da miedo que la gente me odie por este sentimiento que tengo de decir las cosas como vienne, de dejar de ser prudente; tengo miedo de mandar ABSOLUTAMENTE TODO a la punta del cerro cuando lo único que quiero es hacerlo en este preciso instante; tengo miedo de vivir...

jueves, febrero 18, 2010

Damn, dasselbe noch einmal

Y así no más... al menos intento que los días no sean tan monótonos. Pero nuevamente mis vacaciones no fueron nada; no hice ni pude hacer nada bueno, y lo peor de todo es que me lamenté de eso más de la cuenta, y es tarde como para armar nuevas cosas, sobre todo con mi estado de salud.

Extraño el verano pasado. Cuando carreteaba con la Chabe y la Ale todos los viernes, bailando toda una noche, y al otro día me iba a la comu en bicicleta... y no se acababa la energía... Cada semana algo nuevo, alegrías, recuerdos bonitos.

Ahora ni con los dedos de la mano junto algo. Hay excepciones por su puesto. Las chiquillas que siempre me tiran buena onda y hace dos semanas intentaron sacarme a salir, pero este cuello maldito tiene voluntad sobre mí.

Igual el intento de desahogo ha resultado. Además de poner en escrito las boludeces que se me pasan por la cabeza, puedo ver la opinión que tiene el resto, a los que le interesa; lo que es bastante útil.
La mayoría piensa que soy valiente, porque de los problemas siempre suelo "salir" bien. Quizá siempre sea así, pero la verdad es que la mayoría de las consecuencas personales que traen esos problemas, me los guardo en m cajita. El atado es que se llenó hace rato, y yo soy de esas personas que guardan cachureos pensando que algún día podrían servir.

Me acuerdo que alguien me dijo unja vez que debería esribir un diario y luego de un tiempo leerlo y ver si realmente he avanzado o si me siento mejor sobre ciertas cosas que en su oportunidad me agobiaron. Buen consejo; pero se lo dieron a la persona más inconstante del mundo, que sólo con las responsabilidades es constante y que ni tiempo se da para ella misma.

Craso error, ya que los años pasan y uno se da cuenta que el tiempo lo desperdicia o no lo aprovecha bien; como mi actual verano. Pero no me trago eso de desperdiciar, aunque las cosas igual no me han salido un 100% como he querido desde un comienzo. A estas alturas ya me da lo mismo, y esa actitud me da un poco de miedo.

Pero sigo poniendole empeño, un trabajo diario como dice mi mamá y ciertamente me queda mucho.

Hoy tuve una linda salida con el Efe. Hace casi dos meses que no salíamos juntos. No fue la gran cosa, pero conversamos ene, nos reimos etc. Claro que el dolor de cuello, lo encargo pa la otra salida :S
Tengo muchas ganas de ver a mis amigos, pero el cuello y la falta de  $ me amarran a la casa. Si no tuviera un computador, ya me habría pegado un tiro hace rato...

martes, febrero 16, 2010

Imparare dagli altri

Últimamente he abierto mi corazón para aprender más de los demás. No es que nunca lo hubiera hecho, pero suele suceder que cuando estás agobiad@ por algo, tiendes a encerrarte en ti mismo y no ver el mundo exterior.

A mi no me legan los problemas como gotitas en una gotera, donde puedes tapar la gotera o arreglar el techo. A mi me llueven como granizos (no creo necesario explicar metafóricamente esto último).
Me gustaría ser más valiente, como la Ali o Erendis; que pueden reconocer abiertamente lo que les pasa, aunque sea a través de un blog; desahogarme, poner algo triste cuando así me sienta o al revés. Y mientras escribo busco excusas para distraerme, pero sé que debo hacerlo. Quizá no me convierta en una mejor persona por eso, sin embargo es algo que en cierta y pequeña parte podría ayudarme.

Hace un mes y medio aproximadamente, me diagnosticaron un Síndrome de Dolor Miofacial en el cuello. Es complicado, ya que tengo dos discos verticales abiertos en esa zona, donde los nervios están expuestos. Ha sido complejo, aceptar que debes cuidarte por algo que sólo a las personas mayores es probable que le de (y yo cumplí 24 años hace dos días). No puedo estar más de media hora en la misma posición, ni leer largas horas como tanto me gusta por que aunque no me duela en el minuto, me afectará gravemente después.

Hay días en que quiero tirar la toalla. Me da miedo salir de mi casa, pero ya dentro de unas semanas debo hacerlo. Me aterroriza el sólo pensar que me de algo. Recuerdo hace un par de años cuando la vesícula casi me explotó y me daba miedo comer. Ya tenia algo malo relacionado con eso antes y ese miedo agravó mi situación. No quiero que me vuelva a pasar.
Tener miedo es malo, me lleva a cometer errores; y lo peor de todo es que son bastante inconscientes. Luego de un par de semanas después del diagnóstico del cuello, me pillaron en una recaída, me dieron un ultimátum.

He pasado los días acá, intentando hacer cosas productivas, como avanzar en mi memoria, pero no me da. Sólo me resulta cómodo estar durmiendo donde sé que por lo menos en dos horas no tendré que estar preocupandome del cuello, que si lo que me dieron de comer no me hará inflarme como un globo, que ya lo que veo no se puede cambiar, etc.

Y pucha que duele, sobre todo cuando hay gente que te ama a tu lado y tu pareces un mueble.

Pero hay días como hoy en que de verdad tengo ganas de hacer más cosas, no esconder todo detrás de una sonrisa, abrirme más y poder decir lo que siento; no ser una piedra ni querer morir porque mi vida es el monotonismo vivo. Sólo sucede que no encuentro la forma de arreglarla, ya que la mayoría de las personas a mi alrededor están en las mismas o peor.
Sólo queda seguir aprendiendo cosas como estas, tener el valor de decirlas, aunque sea por aquí y nadie las lea.